Por robarle su arma de dotación vigilante fue asesinado.

Para Edwin Armando Papamija Delgado, de 29 años, lo más importante eran sus dos niños. Por eso, todos los días se levantaba lleno de ánimo para cumplir sus funciones como guarda de seguridad de la empresa Fortox.

En esa organización llevaba 5 años y se había destacado como uno de los mejores vigilantes, hasta el pasado domingo cuando en la noche en un establecimiento comercial del barrio Aran-juez fue atacado a bala, según las primeras versiones judiciales, por dos jovencitos en bicicleta que pretendían robarle su arma de dotación.

Aunque sus allegados conocen pocos detalles de la muertes registrada en la Diagonal 23 con Carrera 19, en el sitio corrió el rumor de que la pistola era de balines, pero hasta ayer ninguna autoridad había
confirmado esa versión. Incluso, sus familiares prefirieron guardar silencio respecto al tema y recordar los últimos instantes del hombre, quien el pasado sábado había estado con su amada esposa Deisy en un asado.

No obstante, en medio de la tragedia lo que más le preocupaba a sus seres queridos era lo que iba a pasar con sus hijos de 4 y 6 años, quienes esperaban que su papito regresara de la Clínica Nuestra Señora del Rosario, en donde creían estaba muy enfermo.

Para los padres y hermanos del vigilante lo más doloroso de esta historia está en el sueño inconcluso de la vida de Edwin Armando, quien había abandonado sus últimas clases de enfermería, por la responsabilidad que implicaba formar una familia. La misma que ayer se quedó sin su motor principal en un hecho de cobardía total.

Muerte en El Rodeo

John Agredo Taborda fue asesinado en el barrio El Rodeo la tarde del domingo anterior. La víctima se encontraba en la Calle 36 con Carrera 24 cuando fue atacado a bala por desconocidos. Se desconocen los móviles.