La importancia de los ambientes de formación de los niños

Los padres culpan a la escuela y al gobierno. El gobierno culpa a las escuelas y a los padres. Y las escuelas culpan a los padres y al gobierno de que nuestros hijos no aprenden nada, son necios y respondones y sí cometen un crimen el culpable es el barrio y la falta de dinero. El futuro y desarrollo de una persona se define según el entorno en el que crece. Son muchas las emociones, dificultades y realidades con las que los niños y adolescentes tienen que convivir hoy. Ellos demuestran sus sentimientos con quienes los rodean (Familia, compañeros, amigos, profesores) y comportamientos como rivalidades, agresiones, gritos o insultos son el reflejo del ambiente en el que viven.

Las personas aprendemos de formas diferentes: Por condicionamiento clásico: aprendemos a asociar respuestas a estímulos, ejemplo: Sí ve el niño golpea a su hermano, lo sancionan al prohibirle la tv por una semana. Sí es atento y cariñoso, puede que le den un dulce. Otra forma de aprender es el Aprendizaje Social o por imitación: Los niños y niñas aprenden de lo que los rodea: la familia, la escuela y los medios de comunicación. Entre enero de 2012 y enero de 2013 ingresaron al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar 16.457 niños por causa del maltrato a quienes hubo necesidad de abrirles procesos para restablecer sus derechos. Este dato es un pequeño ejemplo de los problemas que encuentran los niños y adolescentes de nuestro país. Esto se evita mediante los llamados “ambientes protectores”.

Los ambientes protectores son los lugares donde al niño se le ofrecen las mejores herramientas para que construya su vida, aprenda las reglas de la sociedad, desarrolle sus gustos y sus capacidades como ser humano. Es decir, la familia, la escuela y el estado tienen la responsabilidad de garantizar que el niño reciba todo lo que necesita para ser una buena persona: amor, alimentación, salud,
educación y acompañamiento. Lo opuesto a los ambientes protectores son espacios negativos para el niño, donde recibe maltrato constante por medio de castigos, negligencia y otros abusos. Estos abren la posibilidad de formar seres que tendrán muchos problemas en la vida, autoestima baja, eventos violentos y posiblemente delitos, pues le es difícil reconocer a las otras personas como individuos para respetar y para que lo respeten.

La familia es la institución más importante para el niño, pues es la familia la encargada de integrar al niño a la sociedad por medio de la cooperación y el afecto mutuo entre sus miembros, con el fin de que la sociedad sobreviva. Esto incluye a todos los familiares: hermanos, tíos, abuelos, amigos cercanos; todos y cada uno cumplen un papel importante en la generación de un ambiente protector, pues es con estas personas que el niño aprende las primeras cosas y se comportará de la misma forma en que vea que se comporta su familia.


 La familia tiene la posibilidad de formar al niño en un hombre íntegro. La escuela educa y guía ciudadanos. La sociedad recibe y nutre poblaciones y los medios de comunicación recopilan hábitos, entregándonos información que se convierte en ejemplos y pensamientos. La interacción continua entre estas instituciones es lo que permite la creación de ambientes protectores que permitan disminuir las condiciones de riesgo de nuestros niños, niñas y adolescentes y favorezcan un desarrollo positivo y feliz. No es culpa del gobierno, la escuela, la familia o los medios de comunicación: el problema es pensar que los otros tienen la culpa.