La edad de la crisis en muchas personas.

Llegar a los 40 años sin haber cumplido alguno de los propósitos que tenía para su vida puede llevarlo a una crisis, en la que usted no sólo será el afectado, también su pareja y su familia. Se llama la ‘Crisis de los 40’ o de la ‘mediana edad’ y para los especialistas es una década que comienza alrededor de los 38 años y puede durar hasta pasados los 40, es la época en donde aparecen diversas inquietudes acerca de lo que se ha vivido y lo que falta por vivir.

Etapa que padeció Efraín y que afectó a la relación que llevaba con su esposa Beatriz, ambos se sumergieron en ese momento y tuvieron que acudir a la ayuda de un especialista, para lograr subsanar las situaciones que se enfrentaban día a día.

Efraín sentía que ya todo lo que se había propuesto estaba terminado y no tuvo en cuenta que con su pareja faltaba mucho camino por recorrer, a eso se le sumó los cambios físicos que venía afrontando, además comenzó a padecer del síndrome del ‘nido vacío’, ya que sentía que su hijo estaba organizando su propio hogar.

“A los 40 las personas tienen muchas experiencias y toda la vitalidad para continuar, sin embargo
asalta el temor de que la vida se estanque y por eso tratan de cambiar el enfoque de su vida”, explicó la psicóloga y terapeuta de familia Olga Susana Otero.

Síntomas.

Al llegar a esta etapa es normal que comiencen a manifestarse el deseo de cambio, de hacer lo que no pudo lograr antes, de iniciar un nuevo aprendizaje, aparece el temor a quedarse estancado y quieren cambiar su apariencia física.

A eso se suma que muchos dan por terminado los objetivos que tenían en común con su pareja y comienzan a dejar que sea el otro el que coja el rumbo de la relación. “De ahí la importancia de que ambos se apoyen y busquen ayuda externa que les permita volver a coger el rumbo. Deben entender que ese momento es la antesala de un cambio y que hay que estar preparado para ello.

 ¿Cómo afrontarlo?

La terapeuta estadounidense Barbara Weiss, recomienda que los afectados por esta etapa deben darle importancia a lo que de verdad le ha costado esfuerzo conseguir y mantener, como la pareja, los hijos, el trabajo. Igualmente deben tener una actitud positiva ante la vida y el futuro, valorar lo que ha vivido y disfrutar los logros conseguidos.