Hincha de millonarios fue asesinado en Corabastos.

Un gran vacĆ­o se siente hoy en Corabastos, pues el vendedor de plĆ”tanos AlexĆ”nder RĆ­os, conocido como el ‘Flaco’, ya no estĆ”. Todo por culpa de un intolerante que al verlo con una camiseta de un equipo capitalino, pensó que el RĆ­os pertenecĆ­a a alguna barra brava y, sin tener piedad, se le abalanzó y lo apuƱaló.

La tragedia que hoy enluta a una familia y a un centenar de comerciantes de la Central, se inició el jueves a las 3:45 p.m., cuando AlexÔnder caminaba por la avenida Villavicencio rumbo a su casa ubicada en el barrio Estados Unidos de Kennedy. En su cabeza no existía otro pensamiento sino el de llegar a su hogar y darle un dulce beso a su pequeña hija de cuatro años.

hincha del millonariosPero sus planes se vieron frustrados cuando en su camino se cruzó un sujeto con una camiseta roja. La mirada de este hombre anunciaba la peor de las suertes para el comerciante. Pasados unos minutos y sin que AlexÔnder lo notara, el asesino sacó un cuchillo y sin pensarlo dos veces se lo enterró por la espalda.

“El muchacho no le dijo nada, simplemente sacó el puƱal y lo chuzó. Ɖl (el atacante) es barrista de Santa Fe y dĆ­as antes nos habĆ­a visto a mi esposo y a mĆ­ con camisetas de Millonarios y ese dĆ­a nos
sacó corriendo. Nosotros no le dijimos nada, pensamos que estaba borracho o algo asĆ­, no le pusimos mucho cuidado”, contó Nasly Bedoya, esposa del comerciante.

Al ver que la sangre salía rÔpidamente del cuerpo del comerciante, y ante la angustia de que se desangrara, un amigo lo subió en su camioneta y lo trasladó al hospital de Kennedy.

“Te amo mucho, cuida a la niƱa y cuĆ­date mucho”. Estas fueron las Ćŗltimas palabras que AlexĆ”nder le dijo a su esposa. A las 6:45 p.m. el comerciante murió viendo a los ojos de la mujer, a la que juró amar ante cualquier adversidad.

Drama. Sin saber cómo explicarle a su pequeña hija que su papÔ, el hombre que al que amaba y admiraba ya no va volver, es la situación que ahora enfrenta Nasly. Esta valiente mujer se ha tenido que guardar todo su dolor delante de su angelito, pues no quiere que la última imagen que tenga de su papÔ sea dentro de un ataúd.

“Ha sido muy duro, yo le dije que el papito habĆ­a cerrado los ojitos y estaba con Dios, pero ella piensa que va volver. Estar en esta situación no ha sido nada fĆ”cil. Pensar en que para esta fecha de amor y amistad salĆ­amos juntos y la pasĆ”bamos bien es muy duro. Ɖl era un excelente esposo, pero sobre todo un muy padre. Se preocupaba mucho por la niƱa. AdemĆ”s de todo tenĆ­a un corazón enorme, le gustaba mucho ayudar a los habitantes de calle con comida o con ropa. Mi esposo no era barrista ni era una mala persona para que lo hubieran matado”, dijo Nasly mientras observaba el ataĆŗd en el que se encontraba el cuerpo del hombre de su vida.


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