Miembros del Ejército tenían red de Tráfico de Armas.

El 23 de noviembre de 2013 miembros de la Unipol de la Policía allanaron la habitación 206 de un hotel ubicado en la calle 44 (San Juan) con carrera 70 porque tenían información de que allí, miembros del Ejército estaban finiquitando la venta de dos ametralladores M60 y abundante munición para la misma.

El negocio lo estaban haciendo con integrantes del Frente 18 de la guerrilla de las Farc, que operan en Ituango. Los uniformados desarrollaron los operativos y capturaron al sargento viceprimero retirado del Ejército, Yunior Julián García Ríos; al cabo segundo en la misma condición, Héctor Fabio García Ríos; y a los civiles Diego Luis Jaramillo Calle y Luis Alfonso Marín García, a quienes les incautaron el armamento que pretendían vender.

A los dos exmilitares, que son hermanos, ya los condenaron pero en el proceso el primero de ellos, Yunior, le colaboró a la Fiscalía con testimonios que ayudaron para que cuatro miembros activos del Ejército, un pensionado de esa institución, un policía retirado y un civil fueran investigados, detenidos y finalmente condenados ayer por integrar la red de tráfico de armas.

Aceptaron cargos

Según el ente acusador, la organización era comandada por el también sentenciado coronel Róbinson Javier González del Río (inmerso en escándalos recientes), sacaban las armas de las bases militares y las comercializaban con las Farc, con la banda criminal ‘Los Urabeños’ y con el bloque Mártires de
Córdoba de las Autodefensas Gaitanistas, por sumas que podían llegar hasta los ochenta millones de pesos.

Los delatados por el sargento viceprimero García Ríos fueron los suboficiales del Ejército Juan Pablo Laguna Medina, de 33 años; Carlos Fernando Borda Garzón, de 38; Alexánder Sánchez Puerta, de 34, y Gerardo Márquez Guerrero, de 43. Además del pensionado de esa dependencia José Ignacio Silva Rincón, de 43; del expolicía Néstor Wilson Pinto, de 42, y del entrenador de tenis de mesa Henry Trujillo Ramírez, de 50.

Todos aceptaron los cargos por los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares, por lo que se sometieron a un preacuerdo que ayer fue presentado ante el Juzgado Segundo Penal Especializado de Medellín en audiencia pública. El titular del despacho aceptó los términos, por lo que las condenas para los miembros y los exintegrantes de la Fuerza Pública quedaron en 7 años y la de Trujillo Ramírez, el entrenador de tenis de mesa, en 6 años y 6 meses. Por los mismos hechos y delitos ya habían sido sentenciados el coronel González del Río y otros militares identificados como Víctor Hugo Vélez Granada, Rodolfo Rodríguez Méndez y los hermanos Yunior Julián y Héctor García Ríos.