Más crímenes en el Barrio Robledo y Castilla.

Eran las 9:20 de la noche y algunos residentes del barrio Aures No 1, en la comuna 7 (Robledo), escucharon varios disparos y a los pocos segundos, vieron correr a una niña por una empinada vía de la calle 78A. La menor huía porque a la casa donde vivía con sus padres entraron personas de manera violenta, exhibiendo armas de fuego. Y a sus progenitores, Estela del Socorro Piedrahíta Cardona, de 46 años, y Carlos Arturo Arenas Arenas, de 43, los balearon; acabaron con sus vidas dentro del inmueble, ubicado en la calle 78A No 91A-42. Ese fue el segundo doble homicidio que se perpetró en el barrio Aures No 1 el pasado lunes. El primero fue a la 1:30 a.m. a una cuadra, en vía pública de la carrera 91A con calle 78B, hecho que dejó como víctimas a Jefferson Esney Serna Martínez, de 18 años, y a un hombre que tenía aproximadamente de 20 a 25 años y que al cierre de esta edición permanecía sin ser identificado en Medicina Legal.

¿Por un operativo?

Hace un mes, varios habitantes vieron cómo el barrio se llenó de policías y de miembros de la Fiscalía que buscaban detener a integrantes de la banda ‘el Acopio’, una facción de la Organización Delincuencial Integrada al Narcotráfico (Odin) ‘Robledo’. El procedimiento permitió 14 capturas. Algunos residentes temen que ese operativo haya desencadenado en los cuatro homicidios. “Esto por acá estaba muy calmado. Puede ser que se esté metiendo otro combo con la intención de controlar esto por acá o que sean retaliaciones por esas capturas”, dijo una mujer. El secretario de Seguridad de Medellín, coronel retirado Sergio Vargas, asegura que los dos casos no están relacionados. “Son aislados, en el entendido de que no corresponden a una misma conexión, pero sí nos generan una alerta en un territorio donde en días anteriores la Policía capturó 14 personas”.

El general José Ángel Mendoza Guzmán, comandante de la Policía Metropolitana, afirmó que una hipótesis preliminar indica que el crimen de la pareja, sería obra de la banda ‘los Mondongueras’, cuya principal injerencia delictiva está en las comunas 5 (Castilla) y 6 (Doce de Octubre). El oficial no precisó si esta misma estructura estaría ligada al otro doble homicidio. Los móviles de los asesinatos no han sido esclarecidos por las autoridades. Por su parte, la menor que corrió, de 7 años, estuvo desaparecida hasta la madrugada de ayer, pero llegó a casa de un familiar y actualmente permanece bajo protección de la regional Antioquia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Los verdugos de sus padres no han sido capturados.

Johan salió a dar una vuelta, pero nunca volvió, estudiante del Sena en castilla.

Cuentan tres muchachos que no superan los 20 años y dos señoras de más de 60 que Johan Andrés Suárez Clavijo “era un ‘pelao sano’, que no se metía en líos”. El joven de 18 años se crió en el barrio Castilla bajo la orientación de sus abuelos. “Era buena gente y divertido, no se veía enojado ni cuando peleaba con la novia”, dice un muchacho de baja estatura, que lo vio minutos antes y segundos después de que lo balearan. “Él tenía una moto Yamaha DT a la que le faltaba el guardabarros de adelante, por lo que se estaba ensuciando (cuando llovía). Le dijo a un amigo que si se lo ponía y eso hizo. Luego se fue a dar un vuelta, pero nunca volvió”, comenta una de las personas que escuchó los disparos que le propinaron. A Johan lo atacaron a dos cuadras de su casa, en la calle 99 con carrera 70, y lo llevaron al Hospital La María, donde murió. Familiares y amigos aseguran que fue víctima de ‘fronteras invisibles’. Era practicante de Sistemas, egresado del Sena.