Las amenazas impiden el regreso de familias a sus casas.

A las casas abandonadas por el miedo en San Gabriel se las estĆ” comiendo la manigua. En aquel sector de la vereda La Loma, en el corregimiento de San CristĆ³bal, se escucha mĆ”s el ruido de una avispa que la de los pocos habitantes que residen en la zona que fĆ”cilmente se puede comparar con un ‘pueblo fantasma’ por cuenta de la violencia.

Pero ese panorama es el mismo desde hace mƔs de un aƱo, cuando las amenazas provenientes de ilegales derivaron en el desplazamiento de 21 familias. Desde mayo del aƱo pasado se ha intentado frenar el Ʃxodo y facilitar el retorno, pero desde entonces solo se ha posibilitado el retorno de 5 familias.

La de Gladys fue una de ellas, pero mĆ”s que sentirse protegida por la presencia policial a ella, a su esposo y a sus dos pequeƱos hijos, les tocĆ³ regresar porque el dinero ya no les rendĆ­a para cubrir sus necesidades. “De tener un mejor empleo hace rato estuviĆ©ramos lejos, el miedo sigue y mĆ”s aĆŗn al tener los niƱos. La PolicĆ­a se mantiene ahĆ­ pero a la hora de la verdad no sirve de mucho si lo quieren matar a uno”, manifiesta la mujer.

san cristobalPreocupaciĆ³n

De ahĆ­ la alerta de la PersonerĆ­a de MedellĆ­n, que ayer, junto a otros organismos como la ProcuradurĆ­a, la DefensorĆ­a y la Acnur, recorriĆ³ la zona para evaluar la situaciĆ³n tras mĆ”s de 15 meses de Ć©xodo en la zona y determinar el porquĆ© no todas las familias han decidido retornar. “Ya habĆ­amos sostenido una reuniĆ³n alterna y se habĆ­a pedido a la AdministraciĆ³n Municipal tomar medidas urgentes a las 16 familias que no han retornado al sector (...). Es responsabilidad del Estado asegurar la vivienda digna a estas familias, pues si van a retornar hay que darles las garantĆ­as de seguridad y si definitivamente no van a retornar, la AdministraciĆ³n debe reubicar a estas familias”, manifestĆ³ el Personero.

Pero es claro que la zona ya fue evaluada con antelaciĆ³n por los organismos de seguridad, tanto es asĆ­ que ya se habĆ­a emitido un certificado garantizando la seguridad en la zona y prueba de ello son los dos puestos fijos de PolicĆ­a que permanecen en la zona y la constante vigilancia por cuenta de la PolicĆ­a Militar.

Otros miedos

Sin embargo, hay quienes dicen que la situaciĆ³n se estĆ” empeorando, y que serĆ­an algunos de los mismos retornados los que alterarĆ­an el orden pĆŗblico en la zona. “Yo he vivido acĆ” unos 50 aƱos y no me quise ir. Esto ha estado muy tranquilo pero hay pelaos ya que andan por ahĆ­ consumiendo vicio y molestando por ahĆ­ por las casas vacĆ­as”, precisĆ³ un habitante de la zona. Precisamente, ese tipo de quejas son analizadas por la PolicĆ­a, que incluso ha hecho reseƱas a algunos jĆ³venes de la zona, pero hasta el momento no se han determinado responsabilidades en cuando a su participaciĆ³n en acciĆ³n ilegal alguna.

Estos jĆ³venes en cambio manifiestan que hay maltrato por cuenta de algunos miembros de la PolicĆ­a, que en procedimientos de requisa al parecer han golpeado a varios de ellos, situaciĆ³n que fue expuesta ayer ante la PersonerĆ­a. Todo eso es materia de investigaciĆ³n, por ahora lo que se busca es determinar que las 16 familias que faltan por retornar tengan plenas condiciones de seguridad y permitir que regrese la vida a San Gabriel.


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