La Muerte anunciada del Periodista Luis Carlos Cervantes.

Las amenazas le llegaron por decenas en cuatro años, la última, el pasado 22 de julio cuando en un mensaje de texto le advirtieron que tenía dos horas para salir de Tarazá. Luis Carlos Cervantes, de 28 años, excorresponsal de Teleantioquia Noticias, director de la emisora Morena FM, padre de un niño de ocho años y apasionado periodista, sabía que lo iban a matar. Lo dijo, lo advirtió, pidió ayuda y protección. Sobrevivió cuatro años en medio de las amenazas. Tal vez por ese amor a su profesión y a su Bajo Cauca no se fue a tiempo, “no quiso” afirman quienes lo conocían. Pero lo dejaron solo. Según un allegado “tenía que trabajar con sus escoltas, que le sostenían el micrófono, hasta de camarógrafos hacían”, cuenta. Y ayer lo silenciaron las balas. “Hace tres días hablé con él y estaba preocupado porque a pesar de las amenazas debía esperar un nuevo estudio de seguridad. Me dijo: me voy para Tarazá pase lo que pase porque yo tengo mi familia allá y para dónde me voy a ir”, cuenta Leiderman Ortiz, otro periodista del Bajo Cauca, amigo de Cervantes y quien también está amenazado. Pocos minutos después de las 2:00 de la tarde de ayer, Cervantes, sin protección de ningún tipo, se desplazaba en una motocicleta como parrillero por el barrio Eduardo Correa. Fue abordado por tres hombres de civil que le dispararon. El periodista no tuvo cómo defenderse, ni quién lo defendiera.

Según familiares, Cervantes se dirigía a su casa, luego de permanecer varios días refugiado en Montería esperando que la Unidad Nacional de Protección le reintegrara su esquema de seguridad. Desde el pasado 24 de julio, el esquema de seguridad que protegía al comunicador fue retirado, a pesar de haber manifestado las insistentes amenazas, incluso 48 horas antes.

Corrupción

También estuvo en Medellín, sin embargo, volvió, tal como lo narra Leiderman Ortiz, a riesgo propio. Se quedó esperando su escolta. La Unidad Nacional de Protección, a pocas horas de conocerse la muerte del periodista, emitió un comunicado lamentando “profundamente el asesinato”. “Acompañamos a su familia y amigos en estos momentos difíciles”, dice textualmente. Y aclara que desde el 5 de junio decidieron levantarle el esquema de seguridad, pero esto se cumplió hace 19 días. “Según la información evidenciada en el estudio de riesgo, no había nexo causal entre las amenazas recibidas por el señor Cervantes, y su labor como periodista, razón por la cual el resultado fue ordinario. Según la información en poder de la UNP
sobre este caso, el señor Cervantes desde hace más de un año, no ejercía el periodismo. Su trabajo en la Emisora Morena FM consistía fundamentalmente en programación musical”, dice la UNP. Y es que a eso se había reducido su labor periodística, menguada desde 2010 por las amenazas que comenzaron tras varios informes sobre casos de corrupción en alcaldías del Bajo Cauca. Las intimidaciones tendrían origen en integrantes de la banda de ‘Los Urabeños’, según las autoridades.

Al parecer, uno de los informes titulado “el carrusel de alcaldes” desató la ira contra él. El informe, transmitido en Teleantioquia llamaba la atención acerca de una situación: en 2 años y 8 meses Tarazá por la alcadia habían pasado varios alcandes, solo uno elegido por votación y cuatro, cuando el principal había sido fue arrestado por las autoridades. Desde entonces las amenazas le llovieron. Le enviaron mensajes de texto, le mandaron un papel con velas dibujadas, lo llamaban a la emisora... “Esto es una situación muy dura”, decía él en una entrevista. “Fue interceptado por tres hombres de civil que le propinaron varios disparos. Ocurrió en el barrio Eduardo Correa. Él tenía esquema de protección que fue retirado hace pocas semanas. Tenemos unas investigaciones, que señalan a bandas criminales de esta zona, pero hay varias hipótesis. Hay varias denuncias de él por estas amenazas”. Coronel Gustavo Chavarro, comandante de la Policía Antioquia.