La Loma está bajo el control de los Combos.

Barbero, joven, juicioso, trabajador y rumbero, como la mayoría. Esas fueron las palabras que pronunció una de las personas que asistió al velorio de Daniel Estiven Jaramillo Arias, otra de las víctimas de la violencia que se vive en la vereda La Loma.

Tenía apenas 22 años, por su forma de hablar lo apodaban ‘Pastu’ y era padre de una niña de 2 años. La última vez que mentes asesinas habían hecho daño en esa zona del corregimiento San Cristóbal, en Medellín, fue el 12 de agosto, cuando balearon a Mauricio Andrés Cano Muñoz, de 21 años, apodado ‘Torombolo’ y a quien sus amigos describieron como “una persona alegre, acomedido y buen trabajador”. Y hace dos meses y medio, el 3 de junio, también acabaron con los sueños de otro barbero, Sebastián Muñoz Orrego, de 20 años, quien “siempre le dijo que no a la violencia y con su trabajo ayudaba en la casa”, como lo recordaron quienes lo querían.

Esos son 3 de los 5 homicidios que se han registrado en La Loma durante lo corrido del segundo semestre de este año, a pesar de que allí se mantiene la presencia constante de Policía y Ejército que buscan prevenir casos como estos y de desplazamiento forzado.
la loma en san cristobal
“Son pañitos de agua tibia. Allá siguen mandando los delincuentes”, dijo otro acongojado asistente a las
exequias de Daniel Estiven, atacado con arma de fuego en la madrugada del lunes festivo, después de que dejó a sus amigos en una fiesta para ir a comprar licor en una moto junto a otro joven, a quien le propinaron heridas con arma blanca y permanece bajo observación médica.

“Le puedo asegurar que esta es la muerte más injusta que se ha cometido en La Loma”, dijo una mujer, a quien la tristeza se le reflejaba en el brillo que daban sus ojos aguados, en su gesto y en sus manos temblorosas.

 ¿Un hurto?


Una hipótesis preliminar del informe de las autoridades, indica que los habrían atacado para robarles la moto Yamaha RX 115 en la que iban, aunque no fue hurtada.

La familia del último de los Jóvenes asesinados, no encuentra explicación lógica sobre lo sucedido. “No tenía amenazas, en La Loma todo el mundo lo conocía, no era de problemas, no estaba metido en combos”, cuenta otro allegado. Por los menos 12 personas que delinquían en La Loma, incluido un cabecilla, alias ‘Toño’, han sido capturados y condenados este año, pero eso no ha servido para que la violencia y el miedo desaparezcan de un sector que alguna vez fue un agradable paseadero.


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