Así son los fines de semana en El Kilómetro 18 de la vía al mar en Cali.

El desenfreno se apoderó del emblemático y recreativo Kilómetro 18. El consumo de alucinógenos, licor y más de 3 mil motos que bloquean la carretera, además de carros estacionados a lado y lado de la Vía al Mar la convierten en una zona peligrosa. A las 9:00 p.m. empieza a notarse el movimiento de motos y carros, los parches se arman a orilla de la carretera cerca de los establecimientos comerciales como restaurantes y discotecas. Las galladas forman sus combos y se ubican en un sitio estratégico para conversar, beber unos cuantos tragos y cambiar de clima. Los hombres usan chaquetas pesadas de color negro, gorras y jeans. Las mujeres que acompañan a los motociclistas hacen alarde de su belleza e inexplicablemente en un clima de 16 grados centígrados y en una densa neblina usan short, minifaldas y blusas cortas que muestran el abdomen.

El plan es estacionarse a un costado de la vía, quienes van en vehículos encienden los potentes equipos y escuchan música electrónica y reguetón, permanecen quietos en el sitio, ya a las 10:30 p.m. las motocicletas invaden por completo los carriles, el tránsito se hace lento y los pocos policías que intentan controlar el amotinamiento no dan abasto para devolver el orden en el Kilómetro 18, punto donde se forma un embotellamiento que dificultad el acceso a las personas que viajan desde Cali.

Los excesos en la vía. En la carretera el licor abunda, los jóvenes, algunos menores de edad, toman aguardiente, cerveza, mientras siguen el ritmo de la música. En algunos puntos el consumo de alucinógenos es evidente, especialmente de marihuana. Habitantes de las zonas vecinas al Kilómetro 18 denunciaron que son en su mayoría los ‘pelaos’ quienes llegan con droga.
piques en cali
El coronel Juan Felipe Vargas, comandante del Distrito 1 de Policía de Cali, explicó que en la vía hacen operativos desde la portada, allí un grupo de policías realizan requisas, revisan estado de los vehículos y documentación. “Se ha diseñado un dispositivo de viernes a domingo, el Kilómetro 18 es un sector de turismo y plan familiar de fin de semana, sin embargo, se están presentando problemas de movilidad por el gran número de personas que suben en moto. Se da el hurto de elementos, accidentes y consumo de alucinógenos”, añade el coronel Vargas. Una de las habitantes de El Saladito dice que si bien la Policía intenta hacer los operativos, el número de unidades disponibles no es suficiente para controlar las más de 2 mil personas que llegan a la vía un domingo.

“Ver como los adolescentes llegan a tomar licor, fuman y se van a toda velocidad por la carretera es una lástima, por eso hemos denunciado esta situación ante las autoridades porque el tema es de controles y operativos, pero también somos conscientes que la Estación de El Saladito no tiene todo el personal para atender el problema”, añade la denunciante.

Las mujeres hacen parte de los parches y en ocasiones son sorprendidas con sus parejas sosteniendo relaciones sexuales junto a los automóviles. El coronel Vargas también advierte que a las mujeres las buscan para que lleven armas de fuego, droga y licor. “Como para requisar a una mujer se necesita de una oficial, los hombres aprovechan para darles las armas a ellas, que las camuflan. Sin embargo, en los operativos se han detenido damas por porte ilegal de armas”.

Al realizar un recorrido por el área, se detectan varios grupos dedicados a lo mismo: escuchar música a alto volumen, transitar en moto y consumir licor. El primer combo aparece en el Kilómetro 18 en el puente peatonal, pasadas las horas el número de visitante se incrementa dramáticamente, ya para la medianoche los guardas de Tránsito, que son siete en total, han hecho su trabajo y quedan sumergidos entre la multitud. Pero los foráneos no terminan en el 18. Muy cerca, en el Kilómetro 23, tramo que le corresponde al municipio de Dagua, se encuentra otra gran masa de motociclistas. El panorama es igual: vehículos en los extremos de la vía, licor, música, camuflados en la oscuridad y la niebla hace di fácil la movilidad.

Lo que más sorprende es que a la medianoche un tercer grupo llega a alinearse en el Kilómetro 12, en la mitad del recorrido. El coordinador del grupo de guardas de los corregimientos de la Secretaría de Tránsito de Cali, Cenover Montoya, asegura que una de las dificultades para que los operativos sean efectivos es que ya en el Kilómetro 23 le corresponde a Dagua, y los controles debe ser coordinada entre los dos municipios. “La vía es bloqueada desde las 10:00 p.m. hasta las 3:00 a.m. debido a los operativos que ya estamos haciendo en la zona que le compete a Cali, los motociclistas se están desplazando hacia la zona de Dagua”, asegura el guarda de tránsito.

Esta carretera pasa de ser un sendero turístico a convertirse en un corredor que lleva a caminos tenebrosos de libertinaje, y donde cientos de jóvenes arriesgan la vida.

"Los piques son fugaces"

Una de las denuncias de la comunidad es que en el Kilómetro 18 hacen ‘piques’ ilegales en motocicletas, aunque en la vía al mar es complicado realizar este tipo de prácticas por la oscuridad y las curvas. Algunos jóvenes que participan de estos parches aseguraron que sí se hacen pero en otros tramos como el Kilómetro 30, en el sector conocido como las Playas del Carmen. “Los pique sí se hacen pero en tramos pequeños y que son rectos, pero son muy rápidos, en esta vía no se pueden hacer prolongados”, dice la fuente que pidió reserva de su nombre
bares improvisados en cali

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