Síntomas de la Artritis Reumatoidea sobre piel y otros organos.

La Artritis reumatoidea es una enfermedad inflamatoria crónica que produce dolor, debilidad y
malformación de las articulaciones. Es una enfermedad sistémica que afecta a todo el cuerpo, incluyendo los órganos vitales como los ojos y la piel. Inflamación prolongada puede causar cambios generales de color y textura de la piel. También pueden manifestarse infecciones y lesiones cutáneas agudas.

Síntomas generales


Artritis reumatoidea
La artritis reumatoide puede originar diversos cambios en la piel. Con mas frecuencia, la piel comienza a volverse delgada, arrugada y frágil y puede estar expuesta a lastimarse y dejar morados fácilmente. Las Palmas de las manos se vuelven de color rojizas (condición conocida como eritema palmar), por otro lado la piel del dorso de las manos presenta palidez.

Vasculitis Reumatoidea

La vasculitis es una complicación grave de la artritis reumatoide. A medida que los vasos sanguíneos son dañados por la artritis reumatoide empiezan a filtrarse la sangre, lo que puede conducir a la hiperpigmentación y morados en la superficie de la piel. La vasculitis también puede causar síntomas en otros lugares del cuerpo, incluyendo la pérdida de sensibilidad, crecimiento del hígado o bazo, presencia de sangre en la orina y ulcera en los intestinos. La vasculitis puede producir gangrena o muerte de los tejidos cutáneos en la extremidad que haya sido afectada.


Pioderma gangrenoso

Pioderma gangrenoso tiene una probabilidad de ser padecida por un 37 por ciento de los pacientes con artritis reumatoide. Provoca en las pacientes lesiones ulceradas con más frecuencia en las extremidades inferiores pero se puede presentar en cualquier parte del cuerpo. Las úlceras crecen muy rápidamente y pueden ser empeoradas por una lesión, golpe o trauma. A mediad que crecen, las capas de tejido de la piel pasan por un proceso de muerte (necrosis). Frecuentemente se utilizan en la tratamiento esteroides corticoides para intentar prevenir complicaciones mayores de los tejidos con necrosis e infección.

Nódulos reumatoides

La artritis reumatoide puede causar bultos a la forma debajo de la superficie de la piel, particularmente en el área de las articulaciones afectadas. Son los llamados nódulos reumatoides o subcutáneos. Nódulos subcutáneos ocurren en aproximadamente el 25 por ciento de los pacientes con artritis reumatoide y son más comunes entre los hombres que las mujeres. Están firmes al tacto y son generalmente benignos y sin dolor, aunque pueden causar dolor si ocurren en un área propensa a la irritación repetitiva tales como los dedos, plantas de los pies, talón, vuelta o antebrazos. Si se daña la piel cubriendo los nódulos pueden ocurrir complicaciones como infección o ulceración.

Otras condiciones cutáneas raras

La Artritis reumatoidea está relacionada con algunas condiciones inflamatorias poco conocidas de la piel, incluyendo desordenes neutrofílicos. Los neutrófilos son una clase particular de glóbulos blancos que aumenta su población como en caso de una infección bacteriana. Los pacientes con artritis reumatoide pueden desarrollar dermatosis inflamatorias, enfermedades de la piel caracterizadas por formas sobresalientes elevadas sobre la superficie de la piel. En los laboratorios con ayuda un microscopio, se aprecia una infiltración de neutrófilos como prueba principal de la infección.


La urticaria, principalmente conocida como urticaria, también se presenta en las personas con artritis reumatoide. Se caracteriza por una erupción de pápulas pruriginosas de color rojizo en la en la superficie de la piel, con síntomas de comezón.


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